Vota Javo

Después de un tiempo trabajando en un Ayuntamiento de una gran ciudad he acabado conociendo todo el trabajo que lleva a cabo, tan importante y tan cercano al ciudadano. Por ello y con motivo de las próximas elecciones en mayo de 2023, he querido plasmar aquí lo que como ciudadano esperaría que fueran los puntos principales de un programa electoral de cualquier Ayuntamiento de una gran ciudad en la que residiera:

1. Digitalización – Sí, pero…

Como tecnólogo que soy, para mí es de los temas más prioritarios que se debe abordar.

Por un lado, digitalizar los servicios que sea posible que ofrece un Ayuntamiento a su ciudadanos: tributos, multas, deportes, talleres culturales, etc.

Pero, teniendo siempre en cuenta la premisa de la facilidad de uso de los mismos. Lo más importante no es el número de servicios que ha digitalizado un Ayuntamiento, sino que el esfuerzo que se pone en digitalizarlos sirva, para que sus ciudadanos los puedan utilizar de forma ágil y sencilla, sin necesidad de acudir a un experto instalador de certificados electrónicos, por ejemplo.

Por otro lado, la digitalización interna de la propia entidad local, denominada como transformación digital -> muy necesaria en cualquier organización que quiera sobrevivir al futuro inmediato. Las entidades locales no escapan a esta necesidad de transformarse, porque se crearon hace siglos con una administración de aquellos tiempos y ahora ni las herramientas, ni las personas, tienen nada que ver. Por tanto, es necesario darle un giro de 180º a todas las áreas y todas las responsabilidades de las que se ocupa una entidad local, para integrar la tecnología de forma nativa en todos sus procedimientos (la figura del Delegado Digital creada en el Ayuntamiento de Madrid puede ser un buen comienzo).

Por último, para que la digitalización sea un éxito, NO se debe imponer, sino que se debe convencer, presentando continuamente las ventajas que aporta. Aún así, habrá personas que no quieran/puedan subirse al carro de la digitalización y NO debemos abandonarlas, como está ocurriendo con tantos casos. Por ejemplo, antes podías ir a la oficina de la Seguridad Social y podías esperar más o menos en la cola, pero te acababan atendiendo. Hoy no es posible asistir sin cita previa y en muchísimas ocasiones, te encuentras con lo siguiente:

Todo pasa por contar con información centralizada y actualizada de los ciudadanos que puedan consultar todos los servicios del Ayuntamiento y no silos de información de cada sistema de información. ¿Para qué? Para poder realizar una atención personalizada y adecuada a cada ciudadano y que en cuanto un ciudadano llama al teléfono de asistencia del Ayuntamiento (todos lo tienen), se sepa incluso su edad y en función de este dato, ya se pueda discriminar si se le da prioridad en la cola de espera o decisiones similares.

2. Comunicación

Los Ayuntamientos no son conscientes del poder que tiene contar con un buen Departamento de Comunicación, profesional y experto, que sea capaz de trasladar toda la información del Ayuntamiento de la forma más adecuada y con el mejor mensaje posible hacia sus ciudadanos.

Hay muchos ejemplos para conseguir una ciudadanía bien informada y comprometida con la ciudad, que al final es el objetivo que se persigue:

3. Limpieza

Una de las responsabilidades más importantes de un Ayuntamiento y a la que más recursos debe dedicar es la limpieza. La limpieza abarca muchos ámbitos y todos son importantes, porque muestran cómo se encuentra la ciudad: la limpieza de las calles, el vaciado de las papeleras y contenedores, las pintadas y los grafitis, etc. El área de limpieza debe ser como una orquesta perfectamente afinada, que funcione a la perfección.

Pero no sólo hay que hacer un gran esfuerzo en la propia limpieza de la ciudad, sino, como decíamos anteriormente, en materia de comunicación, para concienciar a los ciudadanos de que la limpieza es un trabajo de dos, no sólo del Ayuntamiento.

Es necesario que el Ayuntamiento limpie, lo que los ciudadanos ensuciamos, es así.

4. Movilidad

La movilidad se ha convertido en un tema prioritario en los últimos tiempos, tanto que se ha creado la propuesta de la ciudad de los 15′. Y ésa debe ser la estrategia de todo partido que quiera aspirar a ocupar la alcaldía de cualquier Ayuntamiento.

Para ello, se deben dedicar recursos para conseguir incorporar un número importante de personas que se muevan de forma sostenible por la ciudad, por ejemplo, mediante el uso de la bici:

  1. Montar y mantener un servicio municipal de alquiler de bicicletas (no gratuito). Si es en ciudades como Madrid, es imprescindible que sean bicis eléctricas para poder superar las pequeñas cuestas e igualar al máximo la velocidad a la del coche en carriles , con el fin de conseguir reducir su peligrosidad. No sólo vale con montar un servicio municipal de alquiler de bicicletas, sino que es imprescindible un mantenimiento acorde a su dimensionamiento, si no, todo el esfuerzo por incorporar ciudadanos a este medio de transporte, se irán al traste, como ha ocurrido con BiciMad.
  2. Crear carriles bici segregados por toda la ciudad, lo cual no significa tener carriles bici en todas las calles de la ciudad, pero sí que cualquier persona en bici pueda cruzar la ciudad en un carril bici segregado de forma segura (Madrid de punta a punta dentro de la m30 son unos 6 km). Los calzadistas pueden tener parte de razón, pero llevo bastantes años montando en bici por Madrid y creo que así es imposible conseguir incorporar más gente a este medio. Te sientes continuamente alerta, fuera de lugar y con una sensación de peligro constante.
  3. Dotar al espacio público de suficiente capacidad para poder aparcar las bicis de forma segura. Una de las razones por las que no hay tantas bicis en propiedad para su uso diario, es porque no hay espacio donde dejarlas de forma segura. Una alternativa por ejemplo puede ser, que al igual que se han permitido las terrazas a nivel de calzada durante la pandemia para todo bar que lo solicite, se podría permitir instalar aparcamientos seguros para bicis delante de su edificio a toda Comunidad de Propietarios que lo solicitara. Al igual que las terrazas, los aparcamientos seguros para bicis se podrían instalar en las plazas reservadas para coches.
  4. Ofrecer ayudas para la compra de bicicletas de cualquier tipo no sólo eléctricas.
  5. Fomento del uso de la bici en toda la ciudadanía independientemente de su edad -> hablamos nuevamente del tema de la comunicación. He vivido en Munich (Alemania) durante unos años y he visto señoras de 80 años subidas en una bicicleta, cuando el termómetro marcaba -10ºC y había medio metro de nieve en la acera.

Por último, favorecer al máximo los entornos escolares seguros, con menos coches, menos ruido y menos contaminación, de forma que cualquier ciudadano pueda ir a pie a dejar a sus hijos al colegio sin riesgo alguno.

5. Medio Ambiente – Zonas Verdes

Una ciudad que cuente con las adecuadas Zonas Verdes, es una ciudad sana, mucho más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Para ello, es necesario contar con el mayor espacio verde posible y plantar árboles y mantenerlos en el mayor número de calles posible. Con ello conseguiremos reducir drásticamente la temperatura del asfalto y la ciudad será más habitable.

Todo proyecto de modificación en las calles de la ciudad, deberá tener en cuenta este aspecto y proponer mejoras medioambientales.

Además, dado que el Ayuntamiento tiene una capacidad limitada para el mantenimiento de las zonas verdes, nuevamente a través de la comunicación, conseguir (y permitir) que los ciudadanos se involucren en esa parcela de la ciudad que está delante de su casa (ej: El huerto vecinal en plena plaza de Lavapiés).

Todo parque debe contar con las zonas verdes adecuadas, incorporando siempre que sea posible áreas infantiles adecuadas y bien mantenidas y, además, equipamientos deportivos en los parques con el tamaño adecuado para que todo ciudadano que quiera hacer deporte, pueda hacerlo, sin necesidad de pagar una cuota desorbitada de gimnasio.

6. Participación

Fomentar la participación ciudadana en todos los aspectos de la ciudad y aceptar los resultados, aunque no gusten o sea complicado llevarlos a cabo. Plantear a los ciudadanos proyectos sobre la ciudad, dotarlos de presupuesto desde el principio y comprometerse a llevar a cabo los proyectos con más apoyos. Si se solicita el esfuerzo ciudadano para presentar proyectos de mejora de la ciudad, se debe estudiar a conciencia su viabilidad, aunque su ejecución sea complicada para el Ayuntamiento.

7. Descanso ciudadano (ruido)

En ciudades como Madrid, después de la pandemia se ha planteado una salida para todos los hosteleros que no podían abrir sus locales en condiciones normales, permitiendo instalar infinitas terrazas en las calzadas. Esto ha disparado el ruido en la ciudad, hasta el punto de poner a los vecinos en pie de guerra. Por ello, es imprescindible desarrollar planes de lucha contra el ruido en toda la ciudad, instalando medidores de ruido y poner multas a quien los incumpla.

Además, controlar la carga y descarga en la ciudad, de forma que se respeten al máximo los horarios y no se descarguen alimentos para los supermercados a las 00:00, 1 o 3 de la mañana como ocurre actualmente.

8. Promover la Cultura

Es necesario promover más actividades culturales durante todo el año, en todos los distritos de la ciudad, con el fin de que todos los ciudadanos puedan disfrutar de una amplia oferta cultural cerca de casa.

9. Deporte para todos

El deporte es fundamental para mantenerse sano y saludable. Por ello, se debe dotar a toda la ciudad de los servicios municipales deportivos adecuados a un coste razonable, con el fin de que todos los ciudadanos puedan disfrutar de ellos independientemente de dónde vivan.

La única forma de saber cómo se están utilizando los servicios municipales deportivos es con datos, datos y más datos: Cuántas plazas hay de yoga? Cuántas se cubren? cuántas se quedan libres? En qué Centro hay que reforzar las clases de X?

Por ejemplo, en verano es necesario contar con piscinas municipales operativas en toda la ciudad, muy necesarias con las temperaturas que sufrimos. No puede ocurrir que un Ayuntamiento no ofrezca este servicio a toda la ciudadanía a una distancia razonable (ej: en toda Granada sólo hay una única piscina municipal) o que haya piscinas municipales pero no estén operativas en verano por obras (como ocurrió en Madrid).

Además de estos puntos principales, es necesario dar respuesta a otros muchos temas como el turismo, las familias, los precios de la vivienda y el alquiler, el emprendimiento, la innovación, etc, pero considero que no tienen la misma prioridad que los anteriores.

Covid19 – ¿Una oportunidad perdida? Por ahora…

Y, por fin, después de 2 intensos años podemos decir que la vida está volviendo a la normalidad. Lo pensábamos el año pasado, pero ahora podemos decir que aquéllo no era verdad. Continuar llevando la mascarilla no se parecía a la realidad y más cuando confiábamos en ir saliendo y llegó ómicron.

Pero ahora, ya podemos decir que sí estamos más cerca de la realidad, que no llevamos la mascarilla casi ni en el bolso/bolsillo y sólo nos la tenemos que poner en contadas ocasiones. Y con esta cercanía a lo que conocíamos como verdadera realidad, llega el momento de reflexionar sobre la frase que se nos grabó a fuego: De ésta saldremos más fuertes.

¿Es así? ¿Se puede afirmar categóricamente?

Para ello, tenemos que recordar cómo era nuestra vida antes del Covid, que se podía resumir en: levantarse, desayunar, vestirse, elegante de arriba abajo, meter a los niños en el coche, llevarlos al colegio, dejar el coche en doble fila, dejarlos en el cole, ir al trabajo, atasco, encontrar aparcamiento o dejar el coche en algún parking, trabajar X horas, coger el coche corriendo, ir a recoger a los niños, más atasco, más doble fila, alguna extraescolar, más atasco, más doble fila, llegar a casa, deberes, ducha, tele, cena, lectura y a dormir.

Una vida muy rígida, casi planificada al 100%, que cuando te encontrabas un obstáculo en el camino, casi era imposible de sortear.

Llegó la pandemia y, de repente, todo cambió, y nuestra vida se podía resumir en: ¿qué ocurrirá hoy? levantarse, desayunar, vestirse con vaqueros y un polo como mucho, llevar a los niños al cole andando porque está cerca y luego no voy al trabajo, me vuelvo a casa a trabajar, nada de atasco, nada de doble fila. Trabajo. Como en casa tranquilamente. Voy a por los niños al cole, andando, los recojo antes porque el horario es más corto, alguna extraescolar, trabajo mientras tanto, llego a casa, deberes, reviso correos, ducha, tele, cena, lectura y a dormir. Y se siguió sacando trabajo adelante y no paró (casi) nada.

Una vida totalmente diferente, bastante inesperada, porque nunca sabías qué te podía deparar el día, si una contagio estrecho y tenías que confinarte tú durante 10 días o un confinamiento de toda la clase. Pero también muy flexible, porque todos sabíamos que cualquiera podía tener un problema y teníamos comprensión máxima.

¿Y en clase? Los profes aprendiendo a usar Zoom, WebEx o Teams, Google Classroom o Raíces de la Comunidad de Madrid. Enviando convocatorias, documentos para imprimir y hacer en casa con los peques. Todo el mundo adaptándose como podía, a marchas forzadas, poniendo mucho de su parte, porque nadie daba instrucciones claras.

¿Adaptándose a qué? A eso que todos los TICs conocíamos, éramos unos auténticos convencidos, pero que nadie nos había permitido aplicar al 100%. Y tuvo que venir una pandemia para acelerar el experimento sociológico con el que todos los TICs habíamos soñado.

Después del verano de 2021, las empresas lo tenían claro -> hay que volver a la presencialidad. Y, de repente, llegó la variante ómicron y rompió todos los planes y hubo que dar marcha atrás.

¿Y ahora qué?

Después de tanto aprender, correr, adaptarnos y conseguir sobrevivir a todo lo que nos vino, ha llegado el momento de parar, mirar atrás y ver en qué punto estamos.

Vimos, por ejemplo, que el teletrabajo era una solución perfectamente factible, que nos aportaba muchas cosas positivas. Pero, a la vez, echábamos de menos ese contacto con nuestros compañeros, intercambio de ideas rápidas al pasar por su mesa o, simplemente, tomar un café, charlar y preguntar por los suyos. Porque no lo olvidemos, el ser humano es, ante todo, un ser social por naturaleza.

Vimos también, que las clases online son posibles, incluso para los más pequeños, siempre que tengan una duración muy concreta, no puedes tener a un estudiante pegado a una pantalla toda una mañana. Y no se prolongue excesivamente en el tiempo.

Y lo que vemos en los últimos tiempos es que las decisiones y los caminos que se están recorriendo nos están llevando a olvidar todo lo vivido y retroceder a marchas forzadas al mundo prepandemia:

  • Que las personas y sus circunstancias ya no importan.
  • Que el medioambiente no es tan importante, como llegar a la oficina.
  • Que la felicidad y el bienestar de los que nos rodean ha pasado a un segundo plano.

Se está volviendo nuevamente a esa rigidez de trabajar 4 días en la oficina y teletrabajar 1, o 3 y 2, hasta el punto de tener que firmar qué días vas a la oficina y qué días no vas. Como si el los niños decidieran ponerse malos justo el día que toca teletrabajar.

O como la Consejería de Educación ha decidido que el curso 2022/2023 o se hace clase semi presencial al 50%, es decir, quitar la mitad de las clases en el centro o presencial al 100%. Cuando se ha demostrado que las clases son necesarias, pero en ciertos casos concretos (idiomas), ayuda reducirlas, para apoyarse con material online.

¿Qué hemos aprendido?

Por tanto, hemos aprendido que el teletrabajo trae ventajas en muchos ámbitos: medioambiente, calidad de vida, conciliación, etc. Pero también que necesitamos ese contacto entre compañeros de trabajo, compañeros de clase, profesores, alumnos, que nos beneficia y ayuda y que no pueden suplir las nuevas tecnologías.

La flexibilidad es la que ha demostrado ser lo realmente eficaz y poder decidir, como personas responsables, cómo organizar los diferentes ámbitos de nuestra vida, porque ya se ha demostrado que lo podemos hacer y lo podemos hacer muy bien.

#Covid19, una oportunidad para la #TransformaciónDigital en las #AAPP

covid

A raíz de la crisis del coronavirus, son muchas las empresas que han decidido que sus trabajadores permanezcan en sus casas, aunque ningún Organismo haya obligado (aún) a ello. Estas empresas “se adelantan” y toman decisiones proactivas, antes que reaccionar a decisiones externas o posibles contagios.

Y, ¿por qué lo han hecho? Sobre todo, porque pueden. Porque por su naturaleza ofrecen por defecto a sus trabajadores la posibilidad de trabajar desde cualquier sitio, incluida su casa. Con esta medida, previenen además un posible contagio. Está claro que si están trabajando desde casa, son 8 horas al día, que no están expuestos a otras personas.

Y en las Administraciones Públicas, ¿podríamos hacer algo parecido?

¿No tendría más sentido adelantarse a un posible contagio y así seguir el dicho de que “más vale prevenir que curar”?

¿Quién tiene que tomar una decisión así? ¿Cada Ministerio? ¿La Ministra de Política Territorial y Función Pública?

Algunos contestarían -> Claramente no estamos preparados.

¿Seguro? Tenemos usuarios que pueden acceder a sus puestos de trabajo o a todos los servicios y documentación que necesitan desde cualquier lugar.  Con lo que, ¿no se podría generalizar? ¿No sería mejor hacer un esfuerzo para prepararlos y no tener que asumir un más que posible contagio?

Además, existe una razón mucho más importante: si hacemos un esfuerzo en una situación así, podríamos llevar a cabo esa Transformación Digital de la que siempre hablamos.

Veamos primero, ¿Tenemos herramientas necesitamos para afrontar un reto así?

Herramientas generales:

  1. Equipamiento -> Resuelto a medias. Y aquí es donde vemos el gran avance que es contar con un portátil + docking + monitor en el despacho. Si no lo hemos resuelto así, ¿quién no tiene un ordenador/portátil en su casa para poder acceder a los sistemas del trabajo a través de una VPN?
  2. Poder fichar desde fuera -> Resuelto.
  3. Acceso a la documentación -> Resuelto, mediante la colaboración a través de: unidades de red, entornos colaborativos como SharePoint o Drive, wiki, etc.
  4. Comunicación interna -> Resuelto, ¿cómo nos comunicamos entre los compañeros de trabajo? Existen múltiples sistemas como Gtalk o Microsoft Teams, que proporcionan un sistema colaborativo integrado de gran potencia.

Gracias a soluciones como Office 365 de Microsoft o la GSuite de Google, se pueden tener todas las herramientas ofimáticas desplegadas para miles de usuarios en cuestión de minutos. ¿Y el ENS? Aquí la respuesta para Microsoft y la respuesta para Google.

¿Hay algún organismo de la #AGE que esté utilizando Microsoft Teams y esté utilizando toda la funcionalidad que proporciona? Cuenta con equipos, canales, chats, compartición de archivos, wiki, etc. Ved este video -> Cómo usar Microsoft Teams, un tutorial de demostración (2019)

Herramientas generales de la #AGE:

Salvo casos muy excepcionales, todas las aplicaciones que se utilizan en las #AAPP se pueden utilizar desde cualquier sitio físico, con las medidas de seguridad necesarias.

Y es que, gracias al esfuerzo que está realizando, entre otros, la Secretaría General de Administración Digital (#SGAD), aplicaciones como: el Registro Electrónico General de la AGE (REC), el Portafirmas General (@firma) o la solución integral de registro (GEISER) se pueden utilizar vía web con acceso a través de Cl@ve en cualquier lugar.

Y, con esto, ya tendríamos resueltos dos problemas en las #AAPP:

  1. El Coronavirus (Covid19).
  2. La Transformación Digital.

¿Qué necesitamos para ponerlo en marcha?

Es verdad que se necesita presupuesto para poner en marcha una propuesta así, pero ¿no es el momento de hacer este gasto extraordinario ahora que pueda prevenir, sobre todo, un posible colapso de los hospitales?

Aprovechemos estas oportunidades, porque en momentos complicados, también las hay. Con esfuerzo y ganas se puede conseguir esa transformación de procesos tan necesaria en las #AAPP con resultados que pueden situarnos al frente de la Transformación Digital. Esa Transformación Digital que nada tiene que ver con el Big Data o la Inteligencia Artificial, sino con unas mínimas capacidades técnicas que se presupone debemos tener los trabajadores de toda organización del siglo XXI.